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El Ajedrez en la escuela

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Publicado por en en Cuentos y poesias

Los cuentos y poemas que se mostrarán en este blog corresponden a trabajos realizados por alumnos, cuando en el CEIP Marpequeña, en el municipio de Telde en Gran Canaria, convocábamos el Concurso de Cuentos y Poesías de Ajedrez, encuadrado dentro del Proyecto de Innovación Educativa El Ajedrez en la Escuela, que impartí durante varios cursos en dicho Centro.

Quizá puedan parecer trabajos con poco rigor literario, pero hay que tener en cuenta la edad de los alumnos que participaron en dicho proyecto. He preferido, por una cuestión más emocional que profesional, transcribirlos en su forma original.

¡Que disfruten su lectura! 

LA MALA JUGADA DEL REY

         Llovía en un pequeño pueblo en las afueras de la India. En éste había un castillo enorme donde vivía un rey muy refunfuñón y su querida reina.

La brujaTodos los días desde que amanecía el rey se disponía a mandar y a revisar el trabajo de sus empleados, mientras que su mujer la reina se cepillaba su cabello largo y suave con la ayuda de su doncella particular. Lo que no sabía la reina es que esta doncella no era ni más ni menos que una perversa bruja que llevaba desaparecida mucho tiempo. Todas las tardes el rey se sentaba en su trono y leía, mientras que su esposa le contaba sus penas. Esta le decía que estaba muy sola; que quería tener un hijo. El rey comprendía la tristeza y deseo de su reina y esa misma noche se pusieron en marcha. Pasado dos meses amanecía  y el rey volvía como siempre a sus tareas y la reina satisfecha cantaba y tejía muy alegre.

         El rey al terminar sus tareas decidió ir a montar a caballo por todos sus territorios; al volver cual fue su sorpresa, que vio a la reina tirada por las escaleras.

         El rey muy preocupado la llevó a su recámara y mandó a un empleado en busca del médico. De repente la reina despertó con un fuerte dolor de cabeza y de estómago, llegó el médico y pidió quedarse solo con ella.

         La revisó y le encontró una fuerte conmoción en su vientre; mandó llamar al rey y lo encontró llorando, lo mandó entrar y le dijo que tenía dos malas noticias, y él contestó nervioso:

-          Responde, dilo ya.

-                     Mire mi majestad, la reina está bien moralmente, pero ha perdido un principito o principita que llevaba dentro. La reina descansó y a la  mañana siguiente encontró al rey a su lado triste y lagrimoso contemplando y acariciando el vientre de su mujer. Ésta, igual de triste, consolaba a su marido, y le dijo: ”No te preocupes que el amor que sientes por mí, no permitirá que seamos tan infelices”

         Pasaron dos semanas ya hechos a la idea, seguían sus tareas habituales.

        Princesa peinándose La reina empezaba a notar a la doncella que le contestaba y discutían, la doncella se reveló y echó una maldición: “cuando te estés peinando y se te caiga una púa del peine al suelo todas los habitantes de este castillo se volverán en piezas de ajedrez”.

         Todos preocupados. El Rey mandó a guardar con cuidado todos los peines viejos y coger uno nuevo. Pero de pronto la bruja se apoderó de uno de ellos y tiró un pincho, el día empezó a nublarse y ¡plasf! Todos se transformaron en piezas de ajedrez.

         La reina en Dama, el rey en Rey, los empleados en peones, los caballos, la cocinera era la Torre, y el jardinero era el Alfil. Todos se quedaron inmovilizados hasta ahora. La gente del pueblo no se lo podía creer y cuando vinieron turistas que estudiaban dibujo, no se creían esa historia y al ver que era verdad, copiaron las figuras y las llevaron a la ciudad y allí tampoco se lo creían pero lo afirmaron, hicieron un tablero con pintas y lo llamaron el Juego del Ajedrez, un deporte de inteligencia y habilidad. Todas las personas en la actualidad juegan pero una vez un niño pequeño quería aprender; intentando jugar movió todas las fichas al revés y, ¡plasf!,desapareció el hechizo, las piezas volvieron a ser personas, retrocedieron al pasado y allí todos despertaron de un sueño larguísimo, y la bruja murió de una confusión del hechizo. Entonces todo en las afueras de la India volvió a ser normal y el rey volvía a sus actividades habituales como de costumbre, y la reina tejía y cantaba alegremente porque estaba esperando un principito. Llegó el momento y el niño nació, sonaron las campanas del pueblo y celebraron hasta el amanecer. El jovencito de llamó Eduardo, creció feliz y contento con sus seres queridos: la Reina María y el Rey Eduardo.

NOMBRE: Teresa González Marrero

Curso: 7º

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