CORTES GENERALES IV
“La batalla del currículum es una batalla terrible, es una batalla denodada; porque su señoría habla del ajedrez, pero yo le podría hablar de la filosofía en la educación secundaria obligatoria, de las lenguas clásicas que también reclaman su lugar, y de tantas otras cosas que la cultura moderna está exigiendo como partes importantes de la formación humana. Por tanto, la batalla del currículum nos obliga a ser extraordinariamente moderados en cualquier modificación del contenido de los planes de estudios, porque una vez que se abra ese tema, automáticamente habrá pretensiones igualmente fundamentadas para que otros saberes, otras asignaturas, otras actividades formen parte del currículum escolar”.
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“Otro argumento: la legislación comparada nos dice que en ninguno de los países de nuestro inmediato entorno figura el ajedrez como materia obligatoria en los planes de estudio de la enseñanza en los primeros años de la niñez o de la adolescencia. Ni en Inglaterra, ni en Francia, ni en Estados Unidos, ni en Japón figura el ajedrez como una materia obligatoria. La única referencia que tengo es que en la antigua Unión Soviética formaba parte el ajedrez del currículum de las materias obligatorias, pero en nuestro entorno inmediato en ninguno de los países figura como tal”.
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“Hay vías alternativas para satisfacer la pretensión de su señoría, y no solamente le diré una, le diré tres vías alternativas, para lo cual no es necesario modificar esta proposición de ley. Hay tres posibilidades para que lo que su señoría pretende pueda realizarse de una manera parcial, evidentemente.
Primero, a través de las actividades extracurriculares o extraescolares. Nada impide que los centros impongan ese tipo de actividades como una de las actividades extracurriculares de los mismos.
Segundo, como materia optativa, para lo cual no hace falta autorización de ninguna clase. El artículo 12 de la LOGSE dice que en los últimos años de la escuela Secundaria Obligatoria habrá materias optativas cuyo peso será creciente sobre el contenido total del currículum y que los centros podrán decidir libremente, y no solamente pueden decidirlo, sino que de hecho así lo ha hecho; han decidido poner el ajedrez como materia optativa en muchos centros.
Y, por último, ofrezco a su señoría otra alternativa posible – por tanto tres alternativas a la propuesta que su señoría hace -: El Real Decreto 942/1986, de 9 de mayo sobre Experimentación Educativa en los Centros Escolares, permite montar experiencias educativas en determinados centros con todo el rigor para obtener conclusiones positivas.
Por tanto, puede su señoría promover experiencias educativas, puede su señoría promover materia optativa en todos los centros que estén dispuestos a acogerla, y puede su señoría promover, también la inclusión del ajedrez como materia extracurricular en muchos o en todos los centros del País. Por tanto no se cierra la puerta a la consideración de los valores positivos de su proposición”.
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“En este momento no nos parece oportuno la inclusión del ajedrez como una materia obligatoria en el currículum escolar”.
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“Esta palabra de rechazo es una palabra de rechazo ahora, pero no para siempre, porque cuando el conocimiento científico nos lleve a conclusiones suficientemente verificadas, no habrá ningún impedimento para que la proposición de su señoría pueda ser tomada en consideración”.
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“Senador Galindo, gracias por su propuesta. Pone sobre el tapete cuestiones importantes. Ahora no podemos decir que aceptamos su proposición. La puerta queda abierta para el futuro”.
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