VIII
¿Sabías qué...?
“A principios del siglo XI el ajedrez estaba muy extendido entre el clero y los nobles”.
“Pedro Damiani, 1007-1072, cuando era cardenal de la diócesis de Ostia, escribió al papa Alejandro II comunicándole lo violento que podía ser el juego del ajedrez. Pedro Damiani comunicaba al papa que había castigado a un obispo florentino por dedicarse al ajedrez descuidando sus deberes religiosos; por este motivo el papa Alejandro II prohibió el juego de ajedrez”.
“San Bernardo de Claraval en 1128, al dictar las reglas a los caballeros templarios, una de ellas era prohibir el juego del ajedrez”.
“En el escudo del papa Inocencio III aparece un tablero de ajedrez”.
“El ajedrez se conservaba entre los tesoros papales que acompañaban a los pontífices incluso en el destierro de Aviñón”.
“No sólo el clero y los nobles jugaban al ajedrez, el pueblo llano también lo practicaba”.
“San Bernardino de Siena el domingo 23 de septiembre de 1425 predicó en Perugia con palabras tan ardientes contra, no sólo el juego de ajedrez, sino muchos otros juegos, que “muchos hombres llevaron a la plaza dados, tableros, cartas, ajedrez y cosas similares para que fueran arrojados a la hoguera”.
“Un año más tarde en 1426, el mismo san Bernardino, afirmó durante un sermón que un religioso franciscano, Fray Mateo de Sicilia, había conseguido destruir en el fuego en la ciudad de Barcelona, en un solo día, dos mil setecientos tableros, muchos de los cuales eran de marfil, y muchos juegos de ajedrez, y además convirtió a muchas almas”.
“En los años 1496 y 1497 Jerónimo Savonarola consiguió, en Florencia, destruir en el fuego los ajedreces en dos famosas hogueras llamadas hogueras de la vanidad”.
“El tal Jerónimo Savonarola sabía jugar al ajedrez porque lo confirman algunos biógrafos, que citan el contenido de un sermón celebrado el 9 de mayo de 1496”.