EL DOCENTE DE AJEDREZ

EL DOCENTE DE AJEDREZ

         Esta es una cuestión que se ha prestado a mucho debate: ¿Quién debe enseñar ajedrez: un docente o un ajedrecista? En realidad, no existiría este debate si existiese un profesorado de ajedrez salido de las Facultades de Formación del Profesorado. Sin embargo, al no ser el ajedrez una materia “oficial”, no existe tal profesorado. Por lo cual debemos buscar algunas alternativas.

        El primer punto, es que la persona que enseñe sepa los conocimientos fundamentales del juego. Sería tonto que alguien que apenas sabe jugar, intente enseñarlo. Los conocimientos se logran con estudios y con mucha práctica. Por supuesto que no es necesario un gran maestro o maestro internacional para enseñar el ajedrez en una escuela, así como no hace falta un García Márquez para enseñar literatura en la E.S.O. Será suficiente un nivel intermedio de juego que permita el manejo de los contenidos a enseñar en la escuela.

        Lo que sí es más importante y necesario, es que el docente de ajedrez, como cualquier otro docente en un área determinada, sepa 'contagiar' el interés por la materia... no basta con poseer “conocimientos” de una materia determinada si no se sabe transmitir. Debe tener afecto y gusto por el juego, pues los alumnos captan perfectamente cuando un profesor está “seducido” de su materia. Es muy difícil que los alumnos aprecien y quieran una asignatura si el responsable de transmitirla no siente pasión por ella. ¡La pasión es contagiosa!

        El peor inconveniente de que sea un monitor es la parte económica. Las Consejerías de Educación o los Ayuntamientos no estarían fácilmente predispuestas a hacerse cargo de dos sueldos _ el del monitor y el del tutor _ por la misma hora lectiva. Todos sabemos que cualquier persona externa a un Centro educativo no puede, aunque sea por muy pocas horas, permanecer al frente de unos alumnos sin la presencia del tutor. La persona externa al Centro educativo, para impartir una materia, debe presentar un Proyecto, así como pedir permiso a Inspección e Innovación Educativa para que pueda desarrollarlo.

        Este es el segundo curso consecutivo que altruistamente imparto clases de ajedrez en el C.E.I.P. Nanda Cambres, y para ello he tenido que presentar un proyecto a Inspección e Innovación Educativa que fue aprobado por ambos organismos.

        Por todo lo expuesto, lo ideal sería que los Organismos Oficiales  y los políticos que los gestionan, si de verdad quieren el ajedrez como herramienta educativa en los colegios, deberían, según mi modesto entender, acometer o promocionar las iniciativas que comento a continuación:

        a) Instar a los rectores de las Universidades para que se hagan cursos de formación de ajedrecistas a los futuros profesores.

        b) Mentalizar a los Claustros para que, al menos, un profesor se anime a utilizar el ajedrez como herramienta educativa. Para ello sería conveniente explicar al profesorado que la enseñanza del ajedrez, tal y como yo la concibo, no es muy complicada ni difícil si utilizamos un método apropiado. Mi experiencia me dice, que en las charlas que impartí durante el curso 2013-2014 en los diferentes CEPs de Canarias y que continúo impartiendo en la actualidad, no sólo a CEPs sino más bien a los Claustro de Profesores (aproximadamente unos cuarenta colegios), la acogida ha sido muy satisfactoria por parte de los claustro, y con ánimo de empezar el próximo curso.

        c) Conozco y conocemos a muchos monitores de ajedrez que llevan muchísimos años impartiendo clases de ajedrez. Para ellos se debería convocar cursos de capacitación pedagógica para que puedan ejercer la enseñanza del ajedrez en las escuelas como herramienta educativa.

        El próximo miércoles la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados debatirá si el ajedrez debe ser una asignatura obligatoria. No una actividad extraescolar sino asignatura obligatoria. Esperemos que Comisión decida favorablemente, y que se pongan al alcance la las Escuelas los recursos necesarios para ello.